50 años con diamantes

¿Quién no ha soñado con recorrer las calles de la gran manzana con un gran vestido, unas joyas y un café en mano, mientras a las inhabituales desoladas calles va llegando el sol del día?

Hace hoy cincuenta años, el 5 de octubre de 1961, se estrenaba en Estados Unidos pisando fuerte la mítica película de la grande entre las grandes. Desayuno con diamantes se entregaba a un público poco acostumbrado a una Audrey en ese tipo de papeles. Dos años después, en noviembre de 1963 llegaba a los cines españoles.

Ni siquiera el gran Truman Capote, autor de la obra, supo imaginarse a Audrey en la piel de Holly Golightly. Él, como tantos otros, pensó en un principio en una joven Marilyn para ese papel pero Hepburn supo llegar con un estilo único e inigualable y conmocionar a los espectadores tanto como emociona aún hoy en día. Ahora se hace imposible imaginarse la conocida joyería de Tiffanys sin que esté ella de por medio. Capote no estuvo convencido hasta ver la obra en la gran pantalla y el éxito que se consiguió.

La película retrata a una joven mucho más suavizada que la de la obra literaria, que en un principio sería muy criticada. En el libro, Holly es una chica atormentada, triste, que se droga y además es prostituta. En la película al menos, esa imagen no aparece tan dura, y se ve a una chica triste que juega con los hombres pero nunca más allá de eso, aunque siempre se logra que el inusual carácter de la chica sea el protagonista del film.

De la película destaca la actriz, por supuesto, que ese año consiguió la nominación al Óscar de Mejor Actriz. Pero uno de los puntos que sin duda se llevó más éxito fue la música. La película consiguió los Óscar a Mejor Banda Sonora y Mejor Canción Original con Moon River de Henry Mancini. La exitosa canción, que logró llegar a ser banda por la insistencia de la actriz, siempre será recordada.

Aunque la actriz no consiguiera en esta ocasión el Óscar a la Mejor Actriz, fue esta película la que la llevó a la fama definitiva y la inmortalidad de su filmografía.